domingo, 23 de febrero de 2014

«El chico de la esquina» {One-shot Liam Payne y tú.}

-Este One-Shot constará de tres partes.

- Parte 1.

Su melodiosa voz entraba por la rendija de mi ventana cada día a las seis y media de la mañana. Inundaba mis oídos y trabajaba como mi despertador personal. 
  Una vez más, apoyaba los pies en el suelo y caminaba hacía la ventana para según llegar, asomarme por esta y ver al joven que permanecía apoyado justo en la esquina, con una guitarra y la vista perdida en el fondo de la calle. 
  Su cabello castaño desprendía un olor a vainilla, ese que tanto me gustaba. Lo sabía porque siempre, cada vez que pasaba por la esquina para ir al instituto, dejaba una moneda en su vaso, besándole la mejilla y desapareciendo entre la gente. Era algo que desde hace tiempo, era costumbre. 
  El chico me respondía con una sonrisa y seguía con sus canciones. 
  Me gustaba su sonrisa, era muy bonita.
  Iba bien vestido. Casi siempre con una camisa simple, unos vaqueros y unos tenis o supras. Solía fijarme bastante en sus ojos color miel. También eran muy bonitos. Eran algo atrayentes. 
  Solía también llevar gorras. Le quedan muy bien las gorras, le dan un estilo algo.. hipster. Él en sí es lindo, bastante. 
  Por no hablar de su voz.. es ese tipo de voz que te alegra los días. Sea lunes, sea viernes: siempre está ahí. Preparado para hacer aparecer una sonrisa en tu cara. 

  Salía de casa sobre las siete y media y pasaba por delante suyo, tirando una moneda de cincuenta céntimos al vasito de plástico. Una bella sonrisa apareció en sus labios y yo también sonreí. 
  - Con que eches una vez, basta eh.. -dijo parando de tocar por un momento.
  Apartó la guitarra depositándola en el suelo y cogió el vaso, sacando la moneda.
  - Y encima de cincuenta -se echó a reír y levantó la mirada, dirigiéndola hacia mí- contigo solita me pagas el viaje de la universidad, eh.. -rió de nuevo y se metió la moneda en el bolsillo- y todos los días igual.
  Me encogí de hombros sin hacer desaparecer la sonrisa de mis labios.
  - No me cuesta nada, Liam y lo sabes -dí un paso depositando un beso en su mejilla y miré mi reloj de mano- tengo que irme ya, si no llegaré tarde.. -dije separándome.
  - Que te vaya bien en el examen -sonrió y volvió a coger la guitarra.
  Giré mi cabeza hacia él y sin saber que decir, sonreí y seguí mi camino.
  ¿Como supo que tenía un examen?